El radar que más trabaja de toda la comunidad de Madrid está situado en la A-5, carretera de Extremadura. Desde su instalación, hace dos meses, el dispositivo 'ha cazado' cada día a más de 500 conductores, aunque la cifra so dobló durante las primeras semanas, alcanzado el millar, informa el diario El Mundo.

La causa de que los conductores caigan tanto en este punto, se debe, según un jefe policial, a que "la gente de Madrid se lo conoce y reduce la velocidad, pero los que vienen de fuera entran a toda velocidad y son retratados por el flash".

La horquilla de velocidad que más sanciones ha concentrado es la comprendida entre los 79 y los 90 kilómetros por hora. Esto implica la sanción más baja económicamente -92 euros- y no conlleva la pérdida de ningún punto del carné de conducir.

El artefacto está emplazado en la entrada del túnel de la A-5 en sentido Madrid, entre el tramo de la avenida de Portugal que se soterró con las obras de la M-30, a la altura de la Casa de Campo.

Picaresca para evadirlos

Modificar el ángulo de la matrícula o colocar bombillas de alta intensidad, cuyo reflejo dificulta la lectura de los caracteres, son algunos de los trucos para eludir los radares que ha detectado la Policía Municipal de Madrid.

Según la Policía Municipal de la capital, los conductores de motocicletas, un tipo de vehículo cuyo uso se multiplica en la etapa veraniega, actualizan constantemente el modo de evadir los controles de velocidad, lo que complica la labor de los agentes encargados del cumplimiento de las normas de circulación y los límites de velocidad.