La ampliación del tranvía desde San Bernardo hasta la estación de Santa Justa y, posteriormente, hasta el centro, ha dado un giro de 180 grados en tan solo 24 horas, pasando del cajón, donde lo mandó la oposición antes de las últimas elecciones municipales, a convertirse en una inminente realidad, al menos, sobre el papel.

El sí de Cs a este proyecto anunciado el martes se convirtió este miércoles a primera hora en un acuerdo entre el alcalde, Juan Espadas, y el portavoz municipal de la formación naranja, Álvaro Pimentel, quien aseguró que el regidor cuenta también con su apoyo para llevar el Metrocentro hasta el Casco Antiguo a través del eje Ponce de León-Encarnación-Campana, lo que permitirá "cerrar el anillo". Y no solo eso. En otro giro de los acontecimientos, Pimentel anunció que en los próximos meses "trabajaremos duro para desbloquear otros proyectos" de la ciudad porque, afirmó, "ha llegado el momento para construir y no para bloquear".

De vuelta al tranvía, Espadas anunció que en el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo del próximo 12 de febrero se aprobará el plan especial de ampliación, dando así el pistoletazo de salida a un proyecto en el que, lamentó el alcalde, "hemos perdido diez meses, porque las obras ya estarían en marcha". Ese documento incluirá los "flecos" que quedan por cerrar con Cs, entre ellos, el compromiso del alcalde de reclamar al Gobierno central la conexión de Santa Justa y el aeropuerto por Cercanías.

Será, por tanto, dentro de dos semanas cuando el Ayuntamiento concrete los plazos de la actuación –Pimentel apostó por empezar "antes del verano"–, si bien las obras comenzarán por los trabajos que Emasesa tiene que llevar a cabo en la zona, razón por la que la empresa municipal ha recibido el encargo de activar la licitación de las obras "lo antes posible". Aprobado en Urbanismo, el proyecto tendrá que pasar por el Pleno municipal, donde previsiblemente no recibirá el apoyo ni del PP ni de Vox, que han vuelto a incidir en su rechazo. El popular Beltrán Pérez defendió que el coste de la ampliación, unos 50 millones de euros, supone un "auténtico exceso de dinero" en una zona, dijo, con una "clara concentración de medios de transporte", apostando por invertir ese presupuesto en "necesidades urgentes" de Sevilla Este, Alcosa y Torreblanca. La portavoz de Vox, Cristina Peláez, calificó el acuerdo entre el PSOE y Cs como "pacto del tocomocho" y "venta de humo al por mayor", asegurando que "no hay presupuesto para acometer la obra".

Plan Respira

Queda por ver si Adelante Sevilla se sumará al desbloqueo, teniendo en cuenta que también rechazó el proyecto hace unos meses al apostar porque el giro desde Ramón y Cajal hacia San Francisco Javier se ejecute en superficie. "Es una discrepancia puntual", insistió el alcalde, que afirmó que los informes técnicos de los que dispone desaconsejan esa opción, mientras que un túnel haría de ese tramo una opción "más segura", con "menos congestión de tráfico" y una "mayor velocidad comercial" del tranvía.

En cualquier caso, Espadas insistió en que, paralelamente al tranvía, el Gobierno local cumplirá lo pactado con la confluencia de izquierdas y desarrollará el Plan Respira, que tendrá unos tiempos de ejecución diferentes a los del Metrocentro. Primero se licitarán, adjudicarán y colocarán las cámaras de vigilancia, empezando por Triana. Y se continuarán con la reordenación del tráfico en el centro, que arrancará en Mateos Gago después de la próxima Semana Santa, dado que "ya existen ofertas importantes" para ejecutar la semipeatonalización de esta vía, anunció el alcalde. 

Las claves del proyecto

El coste de la ampliación del tranvía asciende a casi 50 millones de euros (35 hasta Nervión y otros 13 hasta Santa Justa), que el alcalde quiere financiar, en parte, con fondos europeos y, por otro lado, pidiendo al Ministerio de Hacienda una revisión del techo de gasto. De esta forma, atendería también otra de las peticiones de Cs, que apuestan porque no todos los fondos para esta obra salgan de las arcas municipales. 

El proyecto de ampliación prevé que el Metrocentro alcance una velocidad comercial de 21,5 km/h en todo el recorrido, con un tiempo de trayecto de 5,36 minutos en todo el trazado hasta la estación (3,4 minutos entre San Bernardo y Nervión) y una reducción en 1,4 millones de los kilómetros de circulación en vehículo privado, lo que permitiría reducir un total de 2.890 toneladas de emisiones de CO2.

La plataforma central por donde discurriría el tranvía está previsto que sea de césped natural, como ya ocurre hasta San Bernardo. Un trazado que no afectaría a los movimientos de entrada y salida de las calles y no perjudicaría la circulación de vehículos, manteniendo además las plazas de aparcamiento casi en su totalidad. 

Igualmente, se plantea una reordenación de los acerados de San Francisco Javier y Luis de Morales con nuevo arbolado, zonas de sombra y un "entorno más saludable", sin que se contemple la tala de árboles. Aquellos que no puedan replantarse en las aceras, se trasladarán a otros parques y zonas verdes de la ciudad.