Con ello, más de cinco millones y medio de cupones difunden ya la imagen del Reloj de la Catedral lucense. El actual, según los estudios realizados por el historiador Adolfo de Abel Vilela, es el quinto de los albergados en la torre de la fachada norte de la catedral, desde que a finales del siglo XVI se colocase el primer reloj mecánico que hubo en la ciudad para servicio público y que estuvo en funcionamiento 180 años.
Refiere Abel Vilela que la historia de los relojes de la torre de la Catedral de Lugo compendian, en cierto modo, "la historia de la relojería de Galicia", debido al número e importancia de los relojeros que hicieron las maquinarias y de aquellos otros que las mantuvieron a lo largo de los siglos. La Torre que alberga el reloj, y también las campanas litúrgicas, se edificó en la segunda mitad del siglo XVI.
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