Hace menos de una semana, este lunes, que la modelo israelí Bar Refaeli y su marido desde 2015, el empresario Adi Ezra, han sido padres por tercera vez, en el hospital Ichilov de Tel Aviv, tras Liv y Elle, de 3 y 2 años, respectivamente. Pero esta no es esa noticia.

Ahora mismo, Refaeli y su familia están aún lidiando con un proceso judicial que comenzó hace un año y en el que están siendo acusados de encubrimiento y blanqueo de capitales, unos hechos que habrían tenido lugar entre los años 2009 y 2010.

Esto le podría salir muy caro a la supermodelo de 34 años, dado que la condena a la que se enfrenta de ser declarada culpable serían una multa de unos ocho millones de euros (a la Autoridad Tributaria de Israel) y, lo más importante, año y medio de cárcel.

Aquí entra en juego la madre y agente de Bar, Tzipi Refaeli, que por nada del mundo está dispuesta a dejar que su hija vaya a la cárcel y se ha ofrecido, ante el inminente anuncio de la pena impuesta, a ser ella quien cumpla con lo que dicte el juez, incluso si eso significa ir a prisión.

Tzipi, de 64 años, busca sacrificarse como madre (y como abuela) de modo que su hija solo cumpla seis meses de servicios a la comunidad, dejándole tiempo suficiente para que pueda criar a sus tres hijos.

Pero, tal y como publica el medio israelí Haaretz, la propia Tzipi y el padre de la modelo, Rafi, también se enfrentan a su propia condena, puesto que han sido acusados de encubrir las conductas delictivas de su hija. Asimismo, en el caso de Tzipi, de no haber declarado al fisco las comisiones que recibió por sus servicios como agente de la también presentadora y actriz (y sus correspondientes impuestos).

Lo curioso es que Bar Refaeli y su familia han intentado cambiar el curso de la investigación -siguen en esta línea por ahora- alegando que durante los años en los que se centra la investigación, en pleno auge de su fama, la modelo tenía fijada su residencia fiscal en Estados Unidos, donde vivía con su entonces pareja, Leonardo DiCaprio. Hasta podrían llegar a tener que pedirle ayuda al actor nominado al Oscar este año.

Sin embargo, los jueces han considerado las pruebas aportadas como insuficientes, puesto que en ningún momento Refaeli hizo constar ese cambio de residencia mientras que, en aquel momento, ya poseía dos propiedades en Tel Aviv.

Es la segunda vez que Refaeli se ve ante un tribunal por evasión fiscal, ya que en 2016 fue obligada a pagar 60.000 euros por una investigación que demostraba que la top model había ocultado al fisco numerosos descuentos en artículos de lujo y regalos que recibía de aquellas marcas de las que era imagen.