El chiste más antiguo de la historia es sobre pedos y mujeres

  • Está recogido en una tablilla babilónica del año 1900 antes de Cristo.
Imagen del papiro de Westcar, que contiene el segundo chiste más antiguo de la historia.
Imagen del papiro de Westcar, que contiene el segundo chiste más antiguo de la historia.
WIKIPEDIA
Imagen del papiro de Westcar, que contiene el segundo chiste más antiguo de la historia.

Internet ha sido un lugar de difusión masiva de humor: memes, vídeos, bromas... pero los chistes son casi tan antiguos como las primeras culturas. En el año 2008, un grupo de investigadores de la Universidad de Wolverhampton, en Reino Unido, reunió la lista de chistes más antiguos de la historia. Y el más veterano trata sobre pedos y mujeres.

Fue hallado, recuerda Gizmodo, en una tablilla babilónica del año 1900 antes de Cristo, aunque podría datarse también en el año 2300. El chiste es el siguiente:

"Algo que nunca ha ocurrido desde tiempos inmemoriales: una mujer joven no se ha tirado un pedo en el regazo de su esposo".

El chiste hace referencia al pudor de una joven enamorada, que evitaría a toda costa emitir gases delante de su amado. En realidad, como destacan los investigadores, el chiste tiene una temática aún hoy recurrente en las bromas actuales: escatología y parejas.

En el antiguo Egipto encontramos el que por ahora es el segundo chiste más antiguo de la historia (1600 a. C.). Hallado en un papiro, dice así:

"¿Cómo entretienes a un faraón aburrido? Navegas por el Nilo con una barca llena de mujeres jóvenes vestidas solo con redes de pesca y le dices al faraón que vaya a pescar"

Más reciente (800 a. C.) es este chiste de la antigua Grecia:

"Odiseo le dice al Cíclope que su verdadero nombre es 'nadie'. Cuando Odiseo ordena a sus hombres que ataquen al Cíclope, el Cíclope grita: '¡Ayuda, nadie me está atacando!'. Nadie acude en su ayuda".

Otro chiste, este romano, es mucho más agudo. Data de entre el año 63 y el 14 a. C.:

"El emperador Augusto estaba de gira por el Imperio cuando vio a un hombre en la multitud que tenía un parecido sorprendente consigo mismo. Intrigado, preguntó: '¿Tu madre estuvo alguna vez en el servicio de Palacio?' 'No, alteza', respondió, 'pero mi padre sí".

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