Cuando los concursantes se convierten en alumnos de pleno derecho de la Academia de Operación Triunfo comienzan un encierro en ella que dura cerca de tres meses. La Academia está situada en la última planta de un edificio del complejo del Parc Audiovisual de Cataluña, en Tarrasa. Justo debajo, están las instalaciones del equipo, el control de realización, las salas de edición, de sonido, técnicas... y un cuarto discreto donde duerme muchas veces Noemí Galera, la directora. 

Allí hay un par de literas y lo justo para hacer noche y asearse. Y es que la casa de Noemí Galera está a una hora en coche de donde se llevan a cabo las galas, en un plató el mismo Parc Audiovisual. Cuando estas acaban, ella aún tiene que ocuparse del Chat de OT, por lo que le dan cerca de las tres de la madrugada. Es más práctico dormir allí mismo, pues a la mañana siguiente ha de volver a la Academia. 

"Ahora son tres meses todos los días", explica la propia Noemí sobre cómo será su vida en cuanto comience el concurso. "Hay dos literas y dormimos en ellas Pablo Wessling [del departamento de casting y música de Gestmusic] cada día de gala y a veces la productora de la Academia", dice Galera. 

"Es un lugar un poco frío y por la mañana te levantas en pijama y saludas a todo el equipo como un mapache como no te hayas desmaquillado bien", bromea la directora. 

Eso sí, contar con ese cuarto le permite dormir más los días que hay gala y hacer base allí. Este año, promete, tratará de contenerse a la hora de "subir" a la Academia cuando los jóvenes concursantes tengan una crisis, bajón o similar. "Hemos aprendido a dejarles respirar, a no precipitarnos, a no sobreprotegerles", afirma, aunque cree que seguirá acudiendo en su auxilio. 

Y auque su trabajo como directora de la Academia de OT es "mas intenso y agotador" que el que tenía cuando era jurado, "es más agradecido", porque ser jurado "es una jodienda", opina.