Así, unos 9.000 ejemplares se han dedicado a las arboladas que se han desarrollado este año en las localidades malagueñas de Benahavís, Riogordo, Gaucín, Torrox, Istán y Fuengirola. Además, se han suministrado 7.000 árboles y plantas a 26 municipios que lo han solicitado a través del Plan Provincial de Asistencia y Cooperación, dirigido a los municipios menores de 20.000 habitantes.

Según los datos aportados a Europa Press, este vivero provincial cuenta actualmente con unos 75.000 ejemplares de más de 200 especies de referencia, destinadas especialmente a abastecer a parques, jardines, zonas verdes y zonas degradadas de los municipios de la provincia; pero también a las plantaciones participativas que organiza la Diputación como acción contra el cambio climático a través del programa 'Málaga Viva'.

El vivero cuenta con dos espacios diferenciados. Uno dedicado a la producción de plantas ornamentales, que además de cumplir una función ambiental también tienen un alto valor decorativo. Y otro dedicado a plantas forestales, destinadas a repoblar espacios naturales o zonas que llegarán a serlo.

Además, se han ampliado las instalaciones dedicadas a plantas forestales y, actualmente, están en fase de producción unos 4.800 árboles, principalmente alcornoques, encinas, pinos, chopos, álamos, algarrobos y almencinos.

EDUCACIÓN AMBIENTAL

Durante el ejercicio 2019, han sido muchas las personas que han pasado por estas instalaciones. Así, un total de 3.063 visitantes de 70 entidades diferentes han acudido al vivero; en su mayoría han sido escolares de Primaria y Secundaria, pero también han participado en las visitas centros de mayores, colectivos y entidades vecinales y asociaciones sin ánimo de lucro de todas las comarcas de la provincia.

El programa de educación ambiental incluye la identificación de los distintos hábitats de la provincia, localizando partes arbóreas y zonas de matorral, arbusto, mamíferos, aves y reptiles.

"También damos a conocer a todos los visitantes las distintas zonas de producción del vivero, divididas en plantas ornamentales y forestales, y les enseñamos cómo se producen e identifican las plantas autóctonas de la provincia", ha explicado el diputado de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, Cristóbal Ortega.

En la parte más práctica de la visita, los técnicos del Vivero Provincial muestran cómo identificar o realizar el avistamiento y anillamiento de aves, las distintas tipologías de nidos, bebederos y comederos o su material para la observación.

Los visitantes, además, tienen la oportunidad de aprender, a través de diversos talleres, sobre siembra, esquejes y colocación de plantas en las macetas apropiadas.

Dentro de las actividades de educación ambiental destacan los talleres de fabricación de bombas de semillas (Nendo Dango). Este año han participado en ellos unos 950 escolares de 17 centros docentes, que fabricaron unas 25.000 bombas de semillas. Estas bombas de semillas se lanzaron el pasado 24 de noviembre en Casares, en una zona afectada por un incendio el verano pasado.

El vivero provincial está dedicado desde 2007 a la producción de plantas forestales y ornamentales, fundamentalmente de carácter autóctono, para el suministro a los pueblos de la provincia. Con motivo del gran incendio que se produjo en 2012 en la Costa del Sol Occidental, y que afectó a más de 8.000 hectáreas de seis municipios malagueños, se decidió ampliar sus instalaciones creando un vivero forestal dedicado a la producción de plantas de monte mediterráneo para recuperación de zonas degradadas y afectadas por incendios, etcétera.

Para ello, ha recordado Ortega, se realizó un estudio de vegetación afectada por ese incendio y se realizó una plantación de semillas de las especies que se encontraban en los montes afectados.Además, en 2014 se puso en marcha un aula de educación ambiental y, desde entonces, se realiza un programa educativo que combina visitas y actividades prácticas aprovechando los valores ambientales del vivero y su entorno.

Los objetivos del vivero son ayudar a los municipios de menos recursos a solucionar los espacios públicos municipales de esparcimiento y recreo; restaurar las zonas degradadas de carácter municipal, fomentar el uso de vegetación autóctona para conseguir un compromiso medioambiental y a la vez una reducción de costes de mantenimiento.

Asimismo se proporciona asesoría técnica en el diseño paisajístico de las actuaciones, utilización de plantas adecuadas, gestión integrada de plagas, uso sostenible de fitosanitarios y se trabaja en concienciación y formación para el respeto al medio ambiente por medio de visitas y talleres prácticos en el vivero.