La investigación se inició en abril cuando los Mossos recibieron una denuncia de los padres de un menor que había recibido un mensaje de vídeo en su móvil de alguien que había conocido en las redes sociales y donde se podía ver un hombre manteniendo relaciones sexuales con una menor.

La investigación policial permitió descubrir que la persona que había enviado el mensaje era la misma que aparecía en el vídeo, un hombre de nacionalidad española y que estaba relacionado con otras imágenes en las que tenía relaciones sexuales con otra menor.

Los Mossos entraron en el domicilio del hombre en Reus (Tarragona) e intervinieron un teléfono móvil y material electrónico para analizarlo, lo que permitió descubrir que se dedicaba de manera continuada a conseguir, producir y difundir contenidos sexuales infantiles.

Conseguía material explícito hablando con menores a través de las redes sociales usando diferentes perfiles falsos para ganarse su confianza -contactó con centenares de jóvenes en pocos meses- e incluso proponía a los menores verse y mantener relaciones sexuales, que grababa, y compartía los vídeos con otros pedófilos.