Spain Nightlife ha detallado que su representante en Catalunya, la Federación Catalana de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm), detectó la ausencia de la licencia y que lo denunció el 13 de diciembre.

Ha añadido que la celebración aún no tiene autorización -la debía conceder el Ayuntamiento de Fontanals de Cerdanya-, aunque fue solicitada por los organizadores, tras la presentación de la denuncia ante la Subdirección General de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas.

La patronal denunciante también ha criticado que las entradas se hayan vendido "utilizando un reclamo prohibido en Catalunya como es el de la barra libre" al anunciarse en redes sociales, y que las ventas se hicieron con canales de intercambio de dinero entre particulares.

Spain Nightlife ha advertido de que seguirá "muy de cerca" la concesión de la licencia y su legalidad -lo que depende del alcalde de Fontanals-, y ha recordado que, entre los requisitos, están la presentación de un plan de autoprotección, además de que autoridades administrativas, de seguridad ciudadana, tráfico, bomberos y medio ambiente informen favorablemente.

Ha declarado que no pueden permitir que en la noche de Fin de Año "ocurra cualquier desgracia en un espacio no diseñado para acoger este tipo de eventos", y ha recordado el caso Madrid Arena de 2012.

500 MILLONES PARA EL SECTOR

La patronal de ocio nocturno con representación en Catalunya, Ibiza, Madrid, Tenerife, Valencia y Andalucía, también ha informado de que la noche de Fin de Año es la más importante para el sector y que generará unos 500 millones de euros de facturación en España.

Spain Nightlife calcula que se crearán 15.000 puestos de trabajo para la última noche del año y que entre 18 y 20 millones de personas saldrán de fiesta, con un gasto medio en copas de 30 euros.