Estar solo y sentirse solo no es lo mismo. El concepto de soledad puede verse desde distintos puntos, pero lo cierto es que el 62,6% de los españoles reconocen haber tenido ese sentimiento en algún momento de su vida. Es una de las conclusiones de la encuesta realizada por DYM Market Research con el patrocinio de Ibercaja y la Comunidad de Madrid.

A más edad, menos soledad

Resulta paradójico que se declare una mayor percepción de soledad en las franjas más jóvenes (entre los ciudadanos de entre 18 y 25 años el dato asciende a un 80%) que entre los españoles de avanzada edad (los de más de 65 años registran un 38,5%). Asimismo, las mujeres han sentido más soledad en alguna ocasión (69,1%) que los hombres (56%).

Mayor soledad implica más uso de internet y de las redes

Las personas con un estatus social alto son las que en mayor grado declaran haber sentido soledad en alguna ocasión (70,4%). En este sentido, existe un aumento de la soledad a medida que aumenta el nivel de estudios, siendo mayor (67,1%) entre quienes han cursado estudios universitarios.

También influye el marco en el que se convive con otras personas. Las personas que más soledad han sentido en alguna ocasión son las que conviven con personas que no son sus familiares, como puede ser el caso de un piso compartido (91,7%). Por el contrario, las que menos soledad han experimentado son las que viven con su pareja y sin hijos (49,1%), que son mayoritariamente parejas jóvenes. Cabe destacar además que aquellas personas que viven en zonas de menos de 5.000 habitantes son los que han sentido un mayor nivel de soledad.

Henar de Pedro

Entorno social y entorno familiar

La percepción de soledad cambia en función de la edad. Las personas más jóvenes relacionan la soledad con el fracaso personal y el rechazo de otras personas (el hecho por ejemplo de no sentirse integradas en un grupo). Por otra parte, conforme avanza la edad se detecta una mayor relación de la soledad con sentimientos significativamente más positivos (satisfacción, agrado, tranquilidad o independencia), que conviven con sentimientos negativos.

La soledad se analiza en la encuesta a partir también del entorno. El 17,2% de los españoles declaran sentirse solos en cierto grado en el entorno familiar. El 19,5% de la gente declara sentirse sola en el entorno social. Esa percepción de soledad social es mayor en las mujeres que en los hombres, mientras que la cifra respecto a la soledad familiar es similar.

La soledad tiene una relación directa con la felicidad. El 93,3% de los ciudadanos se consideran felices o muy felices, situándose en un 7,2 de media (en una escala de felicidad del 0 al 10). Además, se observa un vínculo muy claro entre la felicidad y la soledad, ya que entre los que reconocen soledad social la media de felicidad desciende hasta el 5,9. Es destacable como la percepción de felicidad es creciente conforme crece la edad siendo los menores de 25 años los más negativos a este respecto.

Las relaciones con la familia

El sentimiento de soledad tiene que ver también con el número de citas con los familiares. El 70,9% de los españoles ve a sus familares al menos una vez a la semana. Eso sí, este porcentaje desciende a un 59,4% entre quienes se sienten solos en su entorno social. Del total, el 49,5% considera que la relación con sus familias es muy buena, mientras que el 39,2% apunta que es buena. En general, existe, entre el total de la población, un amplio respaldo sobre la preocupación de la persona por su familia y, en otro sentido, de la familia hacia ella, con un 93,4% y un 90,5% respectivamente. Sin embargo, las personas que declaran soledad social presentan un nivel de acuerdo menor con estas situaciones, en especial con "mi familia se preocupa por mí", tal como se recoge en la encuesta.

Unos porcentajes similares se presentan en cuanto a las relaciones con el cónyuge o la pareja. Un 65,8% considera que la relación es muy buena y un 27,2% expresa que es buena.

Tristeza, fracaso... pero también calma y agrado

El hecho de sentirse solo o estar solo puede ir asociado a muchos tipos de sentimientos. De quienes han sentido soledad, la mayoría la asocia con sentimientos negativos como depresión o tristeza (60,7%) o falta de compañía (46%). Eso sí, no tiene por qué ser una sensación perjudicial: para un tercio de los ciudadanos que asume momentos de soledad, esta tiene percepciones positivas como calma (24,2%) o autonomía (21,2%).

La soledad implica, necesariamente, sentimientos negativos en el 88,8% de los casos, mientras que para un 35,2% supone algún tipo de sentimientos positivos.

Con todo, sí que prevalecen las sensaciones que son vistas desde una perspectiva perjudicial para los afectados. La clasificación de sentimientos asociados a la soledad, de hecho, la lideran cuatro sensaciones negativas. Tras la depresión o tristeza y la falta de compañía o aislamiento, encontramos la falta de cariño, que experimenta un 37,1% de quienes han sentido en algún instante de su vida la soledad. El cuarto sentimiento en esa clasificación que muestra la encuesta es el fracaso personal, que además de ser una constante entre jóvenes que dicen sentirse solos, afecta a un 30,1% de las personas.

Para encontrar un sentimiento positivo tenemos que irnos al quinto puesto. En ese punto ya se empieza a hablar de tranquilidad y posteriormente de independencia, dos características vistas con optimismo por un importante número de españoles.

Menor relación se ha establecido entre la soledad y otros sentimientos como el rechazo de otras personas (es decir, del entorno en el que la persona se mueve), el agrado o el agobio. Este, de hecho, se queda en el 0,8%.