Un spray de gas pimienta ha sido el arma elegida por un ladrón habitual del Centro Comercial Finistrelles de Esplugues de Llobregat (Barcelona) para atacar a uno de los guardias de seguridad del recinto, tras una discusión que había aumentado de tono y en la que el delincuente y su familia habían dedicado al vigilante insultos como "chipi de mierda" o "sudaca".

Se trata, según los guardias de seguridad del centro, de un ladrón que visita con frecuencia el recinto y que en esta ocasión acudió con su familia para enfrentarse a los vigilantes. Durante el altercado, además de los insultos, el delincuente avisa de que va a proceder a utilizar el spray, que es de gas pimienta, según los agentes, y finalmente lo hace en presencia de su hija.

Tras el ataque, varios vigilantes consiguen reducir al asaltante y lo conducen ante la Policía, acusado de hurto, lesiones y amenazas. Poco después es puesto en libertad con cargos.

Los ataques con gas pimienta son poco frecuentes, ya que solo se venden en armerías a mayores de 18 años. Los efectos principales de este tipo de sprays es irritación de ojos y dificultad respiratoria.