San Agustín: "Desde luego, no he pasado a la historia de la Iglesia como un santo ñoño"

  • La parroquia de San Manuel y San Benito, en la calle Alcalá, ha difundido una carta supuestamente redactada por San Agustín de Hipona dirigida a los cristianos de 2008.
  • Su objetivo es animar a los jóvenes a la búsqueda de Dios.
  • La carta está firmada por "Agustín, el del corazón inquieto".
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La parroquia de San Manuel y San Benito, situada en el número 83 de la calle Alcalá, regentada por los Padres Agustinos, ha difundido una carta, supuestamente redactada por San Agustín de Hipona, dirigida a los cristianos de 2008, con el objetivo de animar a los jóvenes a la inquietud y a la búsqueda de Dios.

A pesar de los "más de mil años de distancia, con idioma, costumbres y forma de pensar bastante diferentes", el Santo relata en su misiva, que coincide con su festividad, cómo descubrió a Dios. Así, explica que de joven era más inquieto que la media y no se conformaba fácilmente. "Quería saber qué había detrás, qué sentido tenía todo esto. Y durante 30 años anduve de acá para allá preguntando, mirando, comparando, sintiendo...", apunta.

"En ese tiempo supe lo que era ambicionar una posición, llegar a tener un porvenir asegurado; probé los frutos de la sensualidad y, desde luego, no he pasado a la historia de la Iglesia como un santo ñoño; conocí lo que significa amar y ser amado por una mujer, el orgullo de ser padre; me quedé asombrado de lo profunda que puede llegar a ser la amistad entre los hombres... Con el corazón en la boca yo pedía cada día más: más felicidad, más placer, más verdad, más... ¡más!", manifiesta San Agustín.

Sin embargo, a esa edad le dijeron: "pues ya no hay más. Y, si quieres ser maduro, acostúmbrate a concéntrate en conformarte con lo que hay, a ser realista".

"Todo esto te parecerá un rollo"

Pero San Agustín, decidió no conformarse y pidió más. "Mi mujer, mi hijo, mis libros, mis amigos... todo estaba allí y yo lo amaba; pero todo esto se quedaba manco sin Dios y sólo con Dios tenía sentido todo: la vida y la muerte, y el amor y la amistad y la verdad y el perdón de los enemigos y la honradez y la pobreza...", indica.

Durante 30 años anduve de acá para allá preguntando, mirando, comparando, sintiendo...
Y dirigiéndose directamente a su lector añade: "puede ser que tú seas de los que no le piden más a la vida. Entonces, todo esto te parecerá un rollo", pero también puede ser que "lo mío te suene familiar, que también tú andes buscando aquí y allá, y
te sientas hoy lleno de amor y mañana de vacío...". " A ti te escribo esta carta, para que sigas buscando; para que no te rindas todavía, aunque todo te invite a rendirte; para que seas en todo momento de tu vida honrado contigo mismo", agrega.

No obstante, este San Agustín del siglo XXI apunta que si a pesar de todo no encuentras a Dios, no importa: "él te encontrará a ti". "Yo sé que no es fácil, tal como están las cosas, hablar de Dios: para muchos, por desgracia, Dios no es hoy una elección personal sino una costumbre. A Dios se le identifica con el Antiguo Régimen... Pero Dios es tu profundidad: no lo huyas sin más ni más, porque estás huyendo de tu centro", indicó.

La carta, que concluye con la firma "Canta y camina. Agustín, el del corazón inquieto", añade que es muy probable que, todo aquel que consiga su objetivo querrá comunicar su experiencia a otros y entonces se encontrará con la Iglesia, esa "dura realidad donde a veces apenas se reconoce el Evangelio". "Pero ¿acaso se ha de dejar la casa grande porque haya algunos cacharros rotos?", se pregunta.

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