La avaricia rompe el saco. Pocas veces una frase hecha estuvo tan a la altura de la realidad como en el caso de estos cuatro británicos, que decidieron ocultar a las autoridades británicas el hallazgo de un tesoro y trataron de venderlo clandestinamente.
Si hubieran seguido los cauces legales, ahora mismo los dos hombres que encontraron este botín vikingo de los siglos IX y X se habrían embolsado la mitad de su valor, sin necesidad de recurrir al contrabando y evitando la cárcel.
Sus nombres son George Powell, Layton Davies, Simon Wicks y Paul Wells y han sido condenado a penas de varios años de cárcel por delitos de conspiración para ocultar propiedad criminal e intento de blanqueo.
El hallazgo del tesoro se remonta a 2015, pero la policía recibió una pista procedente de la comunidad de detectores de metales y del British Museum, según cuenta la Policía de West Mercia en un comunicado.
Three men have been sentenced to a combined total of 23 years for the theft of a #treasure hoard in Eye, #Herefordshire. The 4th man will be sentenced 23 December. #Crime https://t.co/yNBM7686Lm pic.twitter.com/iEUdtVVCHO
— West Mercia Police (@WMerciaPolice) November 22, 2019
El tesoro ha sido descrito por los expertos como de "importancia nacional" tanto por las monedas de la época anglosajona que contiene como por su valor para entender un periodo clave de la historia inglesa, reza el comunicado.
Gareth Williams, especialista en monedas medievales y colecciones vikingas del British Museum sostiene que "Gran Bretaña tiene el sistema más generoso del mundo para recompensar a quienes encuentran tesoros cuando siguen la ley".
El botín estaba compuesto por "una mezcla de ornamentos intactos, lingotes de plata y monedas", típico de los vikingos de los siglos IX y X. Según cuenta la BBC, una parte importante del botín no ha podido ser recuperada.
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