Un avión de la aerolínea Ryanair que viajaba de Bristol a Girona
tuvo que aterrizar en la noche del lunes en Limoges (Francia) por un problema de
despresurización, según han confirmado fuentes de AENA.
El aparato descendió en sólo cinco minutos aproximadamente 8.000 metros, lo que causó heridas leves en los tímpanos a 26 de los viajeros, entre ellos, a cinco niños catalanes que vovían de estudiar inglés. Todos los atendidos han recibido ya el alta y los trece jóvenes españoles han vuelto a sus casas en autobús. En el avión, que
había salido de Bristol (Inglaterra) sobre las 22:00 horas del lunes y que tenía prevista su llegada a
Girona a las 23:40 horas del mismo día, viajaban unas 170 personas, según fuentes de Ryanair, y
entre ellos varios niños.
Fuentes del aeropuerto de Girona han explicado que ante los problemas de despresurización de la cabina el piloto del avión decidió
desviarse de su ruta hacia Francia, y solicitar permiso para aterrizar en Limoges.
También han señalado que tras este aterrizaje, la compañía Ryanair ha enviado
otro avión desde el aeropuerto de Stansted (Londres) para recoger a estos pasajeros y seguir el viaje.
Este nuevo aparato ha viajado hasta Girona con algo más de
un centenar de pasajeros, y ha aterrizado en este aeropuerto sobre las 04:05 horas.
Prefieren volver por carretera
Las misma fuentes han indicado que una parte de pasajeros que volaban entre Bristol y Girona no han querido volar y han decidido continuar el viaje por carretera.
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