El gobierno municipal de Ada Colau en Barcelona ha recomendado este jueves a las personas que no puedan hacer frente económicamente a la compra de coches no contaminantes -los únicos que estarán permitidos en la ciudad cuando el 1 de enero se ponga en marcha la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)-, a "alquilar" uno cuando lo necesiten. "Es más económico", ha apuntado el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que ha defendido un "cambio de mentalidad". "Tenemos que hacer todos un esfuerzo", ha dicho.

Badia ha hecho este llamamiento durante la presentación de la campaña de información sobre la ZBE, que se ha puesto en marcha esta semana para explicar a los ciudadanos que con el cambio de año, los vehículos que no tengan la posibilidad de obtener la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) porque son de gasolina anteriores al año 2000 o diésel anteriores a 2005, no podrán circular por esta zona, comprendida entre las rondas.

Sin embargo, ha anunciado el concejal, si la DGT permite que los coches sin derecho a este distintivo lo puedan conseguir con la instalación de un filtro de partículas homologado, algo que está estudiando, el Ayuntamiento no vetará su circulación.

La campaña informativa sobre la ZBE cuenta con 46 informadores que estarán desplegados en 46 puntos de Barcelona con gran rotación de vehículos, como por ejemplo, entradas a aparcamientos, zonas comerciales, gasolineras o mercados, hasta el 5 de diciembre. Desde entonces y hasta el día 10 solo se les podrá encontrar en las ferias navideñas de Santa Llúcia y la Sagrada Familia y entre el 8 y el 23 de enero volverán a esos 46 puntos.

Estarán en la calle en turnos de mañana y tarde durante un total de 8.000 horas y no solo informarán acerca del funcionamiento de la ZBE. También concienciarán a la ciudadanía sobre la necesidad de ponerla en marcha por una cuestión de "salud" -anualmente mueren 350 personas en Barcelona prematuramente por la contaminación- y le señalarán alternativas de transporte. Además, repartirán folletos que también estarán en las Oficinas de Atención Ciudadana (OAC), en equipamientos municipales y en los autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), entre otros puntos.

Están programadas, asimismo, hasta el 19 de diciembre, sesiones informativas en los 10 distritos de la ciudad, que tendrán lugar en bibliotecas, centros cívicos y culturales y sedes de distrito.

La sanciones, en abril

Aunque la ZBE se pondrá en marcha el 1 de enero, las infracciones, que supondrán multas de entre 200 y 1.800 euros, empezarán a sancionarse en abril, con el objetivo de que los conductores tengan tiempo para adaptarse a la nueva normativa. Hasta entonces, quienes se salten el veto recibirán solo avisos.

La prohibición para los vehículos más contaminantes de circular por esta zona, un área de 95 kilómetros cuadrados comprendida entre las rondas que incluye la capital catalana y otros cuatro municipios metropolitanos -Sant Adrià del Besòs, Cornellà de Llobregat, L'Hospitalet de Llobregat y Esplugues de Llobregat- y cuya superficie es 20 veces la de Madrid Central, estará vigente de lunes a viernes entre las 7 y las 20 horas y se vigilará que se respete a través de 70 cámaras instaladas en 40 puntos.

Los conductores afectados, sin embargo, dispondrán de 10 días al año en los que se les permitirá saltarse el veto sin justificar los motivos, pero deberán avisar con 24 horas de antelación a través de la web del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Si por una urgencia, no lo hacen, se les multará, pero posteriormente podrán solicitar que se les retire la sanción.

El AMB y los ayuntamientos donde se aplicará la medida esperan que inicialmente la prohibición consiga que 50.000 vehículos al día (el 23%) dejen de moverse por la ZBE y que en cuatro años la reducción sea de 125.000. Además, trabajan con la previsión de que un 20% de los conductores afectados se pasen al transporte público y de que este gane así 140.000 pasajes diarios.