En un comunicado, la Jefatura Superior de Policía de Canarias ha explicado que fue la propia mujer la que llamó al 091 y comunicó que acababa de ser víctima de un robo en su lugar de trabajo.

De esta manera, narró a los agentes que acudieron al comercio cómo dos individuos accedieron al establecimiento y le pidieron varios productos.

Entonces, aprovechando que la empleada les dio la espalda unos instantes, se apoderaron de su teléfono móvil, un terminal valorado en más de 1.400 euros, y abandonaron el establecimiento precipitadamente.

Por su parte, con las características físicas facilitadas la mujer, los policías localizaron en los alrededores a los dos hombres, que fueron detenidos como presuntos autores de un delito de hurto.