El tramo de la autovía B-24 que conforma la variante de la N-340 que pasa por el municipio de Vallirana, en el Baix Llobregat, ha entrado este martes al mediodía en funcionamiento. La nueva vía es una antigua reivindicación de la población y supone una mejora en la seguridad y en la calidad de vida de los vecinos, que hasta ahora veían pasar por el centro del municipio una media de 19.000 vehículos al día. 

La longitud total del tramo es de unos 3 kilómetros, con dos calzadas de dos carriles por sentido, y la mayoría del tramo discurre por el nuevo Túnel de Vallirana. El trazado comienza en una rotonda sobre la N-340, en la entrada del núcleo urbano, llegando desde el Port de l'Ordal, y finaliza en el enlace con Cervelló oeste de la B-24. 

Este nuevo itinerario será una alternativa de gran capacidad para el tráfico de largo y medio recorrido que hasta ahora se veía obligado a circular por la N-340, que pasaba por el centro de Vallirana, donde hay una limitación de velocidad a 50 km/hora, numerosas intersecciones con semáforos y pasos de viandantes. 

Las obras han tenido un coste de 176 millones de euros.