Según fuentes de la Comisaría Provincial, el propietario de una vivienda ubicada en la calle Cordel de Merinas denunció el pasado 9 de julio que le habían sustraído en su domicilio 450 euros en metálico y dos anillos de oro, uno de ellos un solitario y el otro un sello con inscripción.

En ese momento, explicó que desconocía las circunstancias en las que se había producido la sustracción, ya que la vivienda no presentaba señales de fuerza, una circunstancia que fue corroborada por los agentes en la inspección ocular realizada.

Ya el pasado 26 de octubre, el denunciante se presentó de nuevo en dependencias policiales acompañado de un familiar, marido de una prima suya, para informar de que en una comida familiar había observado que su acompañante llevaba puesto el sello cuya sustracción había denunciado y que había reconocido por la inscripción.

En ese momento, le preguntó por el anillo y le contestó que lo había comprado por 299 euros en un establecimiento de compraventa de efectos de segunda mano, a primeros de agosto, y que estaba en la tienda junto con otro anillo tipo solitario que, por las características que le describió, coincidía con el que también le había sido sustraído, y añadió que tenía la factura de la compra, que después presentó.

Así, las investigaciones llevadas a cabo, con la nueva aportación de datos, han permitido a los agentes identificar como presunto autor de la sustracción a un hermano del denunciante, que utilizó para el acceso a la vivienda un juego de llaves de la vivienda que tenía en casa de sus padres, donde reside el investigado, que ha reconocido voluntariamente su participación en los hechos en las dependencias policiales, donde ha comparecido tras haber sido citado.