El verano provoca recortes de plantilla en las residencias de ancianos gallegas, que no recuperan el personal que se va de vacaciones en julio y agosto. Según el presidente de la Sociedad Gallega de Geriatría, Miguel Ángel Vázquez, las vacaciones dejan a una residencia media sin un tercio de su plantilla cada uno de los dos meses.

"Desde luego, hay que hacer algo, porque es dificilísimo encontrar sustitutos para un trabajo eventual", asegura Vázquez, que reconoce que el descenso de personal "es evidente que se nota" en el día a día, pero "para nada" supone una bajada de calidad en la atención a los pacientes.

Esta carencia de personal viene acompañada también de una caída en el volumen de ingresos en las residencias durante los meses de sol, una bajada del 5% o incluso superior. "Hay muchos falsos mitos sobre los mayores. En esta época, a los ingresados sus familiares los visitan más, y a los que no lo están sus hijos les retrasan un posible internamiento", asegura Vázquez.

Más medios

Pero los expertos, aun así, no bajan la guardia y reclaman más medios para un sector al servicio de entre 10.000 y 12.000 mayores sólo en Galicia, una de las comunidades más envejecidas de España. "Hubo un 'boom' en casi todas las profesiones desde los ochenta, con más mano de obra y recursos, pero aquí no", dice Vázquez.

Ahora, en los tiempos de la Ley de la Dependencia, el sector mira con recelo la figura del cuidador vitalicio, un familiar que cuide de otro impedido. "No sólo es vocación, también hay que tener formación. La familia está para querer y los centros para cuidar", sentencia el presidente de la Sociedad Gallega de Gerontología.

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