Las instalaciones que está diseñando el Ayuntamiento para animar el borde marítimo de Cádiz se están convirtiendo en un cúmulo de sinsabores para la alcaldesa, Teófila Martínez, pues después del levantamiento popular contra el restaurante-mirador adjudicado a Pablo Grosso en el paseo de la playa de Santa María del Mar, la oposición ha vuelto a contraatacar con el quiosco adjudicado, en esta ocasión, en la coqueta playa de La Caleta.

El equipo de Gobierno municipal acusa al Partido Socialista y a Izquierda Unida de mentir de forma tendenciosa cuando critican a la alcaldesa con respecto este quiosco enclavado en el barrio de La Viña, en el corazón del casco histórico de la ciudad.

El PP defiende que dentro de la oferta realizada por los licitantes se incluían actividades socio culturales enfocadas a divulgar la identidad de la ciudad tales como exposiciones de fotografía, pintura, artesanía, cerámica...de artesanos y artistas gaditanos con potencial o consolidados; actividades literarias, cuentacuentos, lectura de poesía, tertulias, certámenes, presentación de libros...; o acceso a internet y prensa diaria gratuitos. Por otro lado, actuaciones musicales y humorísticas, miniconciertos, solistas, romanceros y cuartetos, monólogos, potenciando nuevos talentos y recuperando talentos olvidados.

Por tanto, considera que las críticas de la oposición hacia la alcaldesa son injustificadas y demuestran que "los que no se han leído el pliego de condiciones son ellos y lo único que intentan con sus acusaciones es torpedear la labor municipal y las iniciativas que se ponen en marcha para ampliar y mejorar la oferta cultural y de ocio de la ciudad".

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