Para llevar a cabo este compromiso, el Pleno ha realizado una declaración fundamentada en ocho principios básicos que van desde la preservación del patrimonio de los territorios, a garantizar la integridad y el bienestar medioambiental o reforzar la responsabilidad económica y social del desarrollo.
Para preservar el patrimonio se establecerán acuerdos orientados a la salvaguarda de la diversidad natural y las expresiones culturales.
Así, se contribuirá a la creación y desarrollo de productos y servicios turísticos sostenibles que fomenten el uso respetuoso del patrimonio natural y cultural, y que transmitan los valores del municipio y su identidad a través de la experiencia turística.
También se quiere reforzar la responsabilidad económica y social del desarrollo evaluando su impacto a lo largo del ciclo de vida del municipio.
Además, se adoptarán las medidas necesarias para maximizar los beneficios económicos creando, entre otros aspectos, círculos fuertes con la economía local y otras actividades del entorno, esforzándose por hacer del municipio una experiencia social inclusiva y asegurando su accesibilidad.
Garantizar la integridad y el bienestar medioambiental es otro de los objetivos, gestionando la diversidad natural, restaurándola en caso necesario, respetando la integridad de los diferentes hábitats y especies en peligro y comprometiéndose a reducir la huella ecológica.
Además, se quiere fomentar el uso eficiente de los recursos evitando al máximo la generación de residuos, reduciendo el consumo y la contaminación y promoviendo, al tiempo, el turismo responsable que contribuya a reducir el impacto ambiental.
Asimismo, se hará de la innovación una ventaja competitiva de los territorios, aplicándola a la generación y diseño de nuevos productos y servicios.
También se realiza un compromiso con el clima y para ello se crearán marcos favorables para la transición hacia un suministro de energía 100% renovable, apostando por la movilidad sostenible y el uso del transporte colectivo.
Otro de los puntos clave es el desarrollo de una gobernanza participativa de los territorios, incluyendo a todas las partes interesadas aunando voces, sumando recursos y planificando de forma consensuada la transición hacia un municipio sostenible.
Con esta declaración, los territorios están llamados a promover el desarrollo sostenible con criterios y metas escalonadas que les lleven a 2030 a consolidar los objetivos marcados por la ONU y a los que, ahora, Santa Cruz de Tenerife se adscribe.
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