Tras un año de investigación, las autoridades del condado de Douglas, Colorado (cerca de Denver, EE UU) han arrestado a Kelly Renee Turner, acusada de 13 cargos, el principal de ellos asesinar a su hija de siete años tras inventarle una supuesta enfermedad terminal, recaudar fondos y después dejarla morir.  

Los otros cargos por los que le acusa un gran jurado son abuso infantil, robo y fraude, entre otros. La mujer fue detenida por los agentes el viernes pasado y permanece en prisión sin fianza, según informa la oficina del sheriff.

Los hechos se remontan a 2016, cuando el caso de la pequeña Olivia comenzó a ser conocido en medios locales. La madre emprendió una campaña para recaudar fondos para curar a la niña, quien afirmaba sufría un grave y raro trastorno intestinal. 

Incluso la Policía de Denver nombró a Olivia jefa por un día y fue también bombera honoraria. La fundación Make-A-Wish reunió 11.000 dólares para brindarle una fiesta y comprarle un traje de bat-princesa. Además, la madre obtuvo 539.000 dólares en ayudas gubernamentales, publica el diario británico The Guardian.

Alimentación deficiente

Olivia era alimentada a través de sonda. Fue ingresada en 2017  en el hospital infantil de Colorado, donde los médicos encontraron que tenía una nutrición deficiente.

Los médicos señalaron que la madre quería que se le retirara todo cuidado médico porque ello "empeoraba su calidad de vida". Además insistió en firmar una orden para que no se intentara mantenerla con vida en caso de que cayera en coma.

La madre logró sacar del centro a Olivia y llevarla a casa. Murió semanas después, en agosto de 2017, supuestamente por un fallo intestinal. 

En su obituario su madre escribió: "Hemos perdido a nuestra pequeña princesa tras una larga batalla contra una rara enfermedad". 

Síndrome de Munchausen

Sin embargo, los médicos señalaron que la enfermedad de Olivia no era terminal. Comenzaron a sospechar el año pasado, cuando Kelly Renee llevó al hospital a su otra hija aduciendo que sufría un "dolor de huesos". 

El examen a la menor no arrojó nada extraño, y los médicos indagaron si más bien la madre sufría del síndrome de Munchausen por poderes, un trastorno por el cual, con la intención de generar un vínculo especial, los padres inventan una enfermedad para convertirse en la persona que los protege, colocando a los menores en situaciones de grave riesgo para la salud. Kelly Renee lo negó.

Se inició una investigación que llevó a exhumar el cuerpo de la niña para un segundo análisis, que no encontró pruebas de la supuesta enfermedad que le había llevado a la muerte. 

Todo ello culminó el viernes pasado con la detención de Kelly Renee. Los investigadores creen que lo que pasó en realidad es que la madre retiró la sonda que alimentaba a Olivia, provocando su muerte, avanza el portal Elle.