Entre huevos y polluelos, se han eliminado 990 descendientes potenciales. Pese a ello, las gaviotas se extienden cada vez por más barrios de la ciudad. El biólogo Gregorio González, responsable de Toma 3, asegura que «en 1996 se concentraban únicamente en Cimadevilla y la zona de El Muro. Ahora ya las hay en El Coto, La Calzada o Pumarín».

¿Por qué se mueven a otras zonas? «Sobre todo porque encuentran un sitio más cómodo para anidar, con pocos depredadores», opina Gregorio. También puede deberse, según dice, a que hayan emigrado de un determinado barrio «porque se les haya acosado».

En Gijón hay censadas 556 parejas de gaviotas -aunque se calcula que son entre 600 y 650 en realidad-, el triple de las que había en 1998.

En Avilés también existe una campaña de similares características. Quienes tengan nidos en los tejados pueden avisar a la empresa contratada por el consistorio -Locus Avis- para que vayan a retirarlos (tfno. 985 122100).

El Coto se llena de gaviotas

El barrio de El Coto sufre desde hace años los ruidos y la suciedad de las gaviotas que eligen esa zona para anidar, pero numerosos vecinos coinciden en señalar que ahora hay más que nunca. José Luis Cernuda vive en el último piso de una vivienda en la calle Leopoldo Alas y las oye cada mañana: «lo peor es al amanecer. Están como locas y no hay quien duerma», dice.

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