Tras conquistar Wimbledon, Rafa Nadal disfruta de sus vacaciones en el mismo lugar donde lo hace habitualmente, en la casa que tienen sus padres en Porto Cristo (Mallorca), y junto a su novia de toda la vida, Xisca Perelló.

Al tenista se le ha podido ver en los últimos días descansando en la playa, compartiendo chapuzones con su chica, navegando e, incluso, haciendo deporte.

Su última afición ha resultado ser el futboley, al que el lunes estuvo jugando con varios amigos mientras Xisca le animaba.

Al parecer la joven, que lució tipazo con un pequeño biquini rojo y blanco, no solo es su fan número uno en las pistas. El tenista puede presumir de contar, además, con su apoyo incondicional.