Las apenas seis personas que todavía permanecían en las instalaciones han procedido a retirar sus enseres y han abandonado de forma pacífica del Estadio, después de que la Junta contara ya con una orden judicial de desalojo, una vez terminado el plazo para que los okupas lo dejaran de forma voluntaria.

En el dispositivo han intervenido agentes de la Unidad de Policía adscrita a la Junta de Andalucía, con el apoyo de la Policía Nacional, según han informado fuentes policiales, que han procedido a revisar el entorno para comprobar si quedaba alguien en el interior.

Asimismo, un grupo de albañiles han tapiado los accesos al estadio para evitar la entrada de personas, unos trabajos que se suman a los iniciados hace algo más de un mes cuando ya comenzaron las tareas que permitirán cerrar su perímetro.

En ruinas

Una vez completadas todas las gestiones, los trámites judiciales y llevado a cabo el desalojo, la Administración autonómica pretende iniciar las obras de la nueva infraestructura deportiva en el estadio, que se encuentra en estado ruinoso.