Un único sexo en el aula, masculino o femenino, pero nada de mezclas. Así van a clase los alumnos de cuatro centros educativos concertados en Valladolid.

En concreto son el Peñalba, el Pinoalbar, el Alcazarén y el Inmaculada Concepción, todos de chicas salvo el Peñalba. Así se desprende de los datos aportados por la Consejería de Educación en una pregunta parlamentaria realizada por el PSOE.

En todas sus aulas, vinculadas al Opus Dei , se desarrolla lo que se llama educación diferenciada, un sistema que el Tribunal Supremo ha considerado «discriminatorio» porque no permite que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de acceso.

Esta decisión ha abierto la posibilidad de que los gobiernos regionales puedan retirar el apoyo económico que dan a estos centros mantenidos con fondos públicos o exigirles que admitan a alumnos de los dos sexos en sus aulas si quieren seguir siendo centros concertados.

No retirarán las ayudas

Aún así, la Junta de Castilla y León no se ha planteado cambiar las condiciones de los conciertos que tiene fijados en la actualidad, según informó la Consejería de Educación, por lo que estos cuatro centros seguirán como están por el momento.

Además, en estos colegios se da la circunstancia de que los profesores son también del mismo sexo que los alumnos. Es decir, profesoras dan clase a las chicas y profesores a los chicos.

Dejando a un lado la cuestión económica, que es parte fundamental de la polémica, esta diferencia abre un intenso debate ya que los centros con alumnos de un solo sexo son comunes en países como Inglaterra, Estados Unidos o Francia, entre otros, y también hay más de un centenar en España.

Los defensores de este sistema dicen que es beneficioso porque chicos y chicas no tienen el mismo ritmo de aprendizaje y los detractores afirman que la sociedad es plural y que diferenciar a los sexos no se hace ni en las iglesias desde hace muchos años.

Educación diferenciada

«Si fuera discriminatoria estaría prohibida y colegios con educación diferenciada hay en España y en el mundo entero. Así se atienden mejor las necesidades de los estudiantes, su ritmo de aprendizaje y ellas están contentas. Como en todo, hay aspectos buenos y malos, pero hay que defender la libertad de elección de los padres».

Blanca Hernáez. Directora del colegio Alcazarén.

«Todos los centros deben respetar la legalidad y el hecho de que sólo admitan a uno de los dos sexos es anticonstitucional. Además, las clases deben reflejar la realidad de la sociedad y en ella los hombres y las mujeres están mezclados y no tienen ningún problema. La Junta debería exigir que en estos centros no haya diferencias».

Victoria soto. FETE-UGT

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