Por ejemplo, un piso junto a El Muro de San Lorenzo que, en 2007, costaba 2.000 euros al mes, ahora cuesta unos 1.500. Tal como asegura Verónica, de la Agencia Asturias, «no sólo se alquilan menos pisos, sino que además se hace por períodos más cortos: antes se cogía todo el mes, pero ahora va más por quincenas», comenta.

Todas las inmobiliarias consultadas coinciden en que el mercado está muy parado «y en cuanto baja la demanda bajan los precios», dice José Peláez, profesional inmobiliario. Como no hay dinero, la gente recurre al ingenio. Cada vez se regatean más los precios y «hay más familias que se inclinan por compartir espacio y gastos en un mismo piso con otra gente», según Montse, de Teleinmobiliaria.

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