Veinte adultos y cuatro niños (dos en sillas de ruedas) ya parecían demasiada gente cuando el microbús bajaba por la calle Tenderina, pero en la siguiente parada subieron dos personas más.

A mediodía, la línea 8 del servicio municipal de autobuses de Oviedo, gestionado por TUA , va hasta los topes desde la calle Calvo Sotelo.

De La Tenderina a Ventanielles se baja apretado, pero a la altura del Palais ya se han apeado la mitad de los viajeros.

Es allí donde la línea 8 tuerce a la derecha y se adentra por la zona rural: Pando, Limanes, Faro... los caminos son estrechos, poco más que caleyas, y, si al cruzarse un coche es complicado pasar, con un camión para el bus es casi imposible.

Durante la ruta le pasa en dos ocasiones y tiene que ir marcha atrás varias decenas de metros para encontrar un sitio donde apartarse. Así que las apreturas dentro del autobús seguirán, al menos mientras se solucionen las aperturas fuera.

Nota: 2

Jesús Menéndez, pensionista, 91 años.

"Úsolo mucho para subir a Pando. No vivo allí, pero tengo una huertina y tres o cuatro veces voy a cuidarla. Las carreteras por esa zona están muy mal y cuando pasa el autobús, la gente tiene que echarse a los escayos. Pero va muy lleno".

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