Playa o montaña. Península o extranjero. Familia o amigos. Igual que el resto de madrileños, los políticos también tienen ya en la cabeza los dilemas típicos del periodo prevacacional. En agosto pondrán en marcha sus planes.

La presidenta Aguirre no cambiará sus tradiciones veraniegas: unos días en el norte, preferentemente Asturias, y otra temporada en alguna playa andaluza. Entre uno y otro destino "se acercará por Madrid, nunca consigue desvincularse de la comunidad", dicen en su entorno.

Gallardón irá más lejos. El alcalde "sacrificará la primera quincena de sus vacaciones" para ir a los Juegos Olímpicos de Pekín a buscar apoyo para Madrid 2016. Le acompañará el vicealcalde, Manuel Cobo.

Los líderes de la oposición en el Ayuntamiento se han decidido por el destino típico del verano: la playa mediterránea. El portavoz de IU, Ángel Pérez, es "el más clásico", ya que, según su equipo, irá a Benidorm, "donde va siempre".

Su homólogo del PSOE, David Lucas, irá "unos pocos días" a la costa española [aunque no está decidido si será en la costa del Mediterráneo, tal y como asegurábamos en la edición en papel], "para dedicarle a mi familia el tiempo que no puedo durante el año", dice, aunque aún no ha decidido a qué playa. Tanto Lucas como el líder del PSM, Tomás Gómez, tuvieron el año pasado un verano "con poco descanso" tras el congreso en el que se renovó el partido. Este año, Gómez también tendrá "unas vacaciones breves y familiares, ya que hay mucho trabajo para preparar el congreso regional", en septiembre.

En IU son los más viajeros

Las vacaciones más originales son las de IU. La portavoz en la Asamblea, Inés Sabanés, pasará medio agosto en el pueblo leridano de Cubells, al pie del Pirineo: "Es mi tierra, el lugar más tranquilo, donde mejor descanso". Se guardará unos días para visitar a su hija en Padua (Italia). El diputado Fausto Fernández será el más viajero: después de ver "los Juegos desde el sillón de casa" irá al Adriático con amigos, a su pueblo en Cáceres y al de su mujer, en el País Vasco.