Sólo las 20 fuentes conectadas a la red de saneamiento público están controladas sistemáticamente. Las 370 restantes sólo se analizan cada dos meses, ya que «la ley no obliga a ello», señala la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago.

Pese a que los vecinos llevan toda la vida consumiendo estas aguas manantiales, el Concello no recomienda su uso porque «discurren por campos en los que la gente fumiga y siempre hay filtraciones», según apunta la edil.

El 65% de los análisis que realiza el laboratorio municipal dan resultado positivo, de manera que el agua de la mayoría de esas 370 fuentes es apta para el consumo. De todos modos, la concejalía de Medio Ambiente no las califica como potables porque «al día siguiente de realizar un control, un vecino puede cambiar aceite en la finca de arriba y aparecen restos en el agua», apunta la edil.

Un decreto publicado hace cuatro años exime a los concellos de realizar controles a las fuentes no conectadas a la red de saneamiento. Sin embargo, estos manantiales son masivamente empleados por los vecinos y en barrios como Valladares, Cabral o Candeán es habitual la imagen de gente llenando garrafas y botellas en los manantiales.

Antón Sánchez, vocal de Medio Ambiente de la Federación Veciñal Eduardo Chao, indica que a falta de controles municipales son los propios usuarios los que analizan la calidad del agua.

El Concello presentará en diez días una página web para consultar los análisis realizados en cada una de las fuentes. Además, se están preparando carteles nuevos  para las que no están conectadas a la red pública con la siguiente lectura: «auga non controlada sanitariamente». Tras el problema acaecido en Lugo, la concejala quiere añadir «non se recomenda o seu consumo».

Gondomar pide colaboración

El problema de contaminación en una fuente de Lugo ha levantado la alarma en los municipios gallegos. Gondomar ha pedido colaboración al laboratorio de Vigo para realizar un análisis de los más de 200 manantiales y olleiros que hay en el municipio.

Pero la situación es similar en todos los concellos, ya que los únicos análisis sistemáticos que se realizan son en las fuentes que pertenecen a la red de saneamiento público. En el resto, tan sólo se llevan a cabo controles esporádicos cuando lo reclaman los usuarios.

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