En su debut en Las dos caras de la verdad (Primal Fear) hace doce años, Edward Norton interpretaba a un joven acusado de asesinar a un arzobispo. Y no sólo llegó a sorprender a su propio abogado, encarnado por Richard Gere en la ficción de la película, sino también a crítica y público.
Sobre él se vertieron todo tipo de alabanzas, siendo nominado al Oscar y al Globo de Oro (que ganó) como mejor actor de reparto, y recibido como una de las nuevas promesas de la interpretación. También fue una de esas pocas veces en la que los augurios se cumplieron.
Especialista en personajes atormentados, esquizofrénicos o con un lado oscuro oculto, su consideración fue aumentando rápidamente.
También se ha mantenido bastante apartado de las grandes superproducciones de Hollywood, El dragón rojo (adaptación de la primera novela sobre Hannibal Lecter), o su participación, como secundario, en El reino de los cielos han sido de las pocas excepciones junto con su nuevo estreno, El increíble Hulk, donde incluso se ha permitido algo tan inhabitual como es involucrarse en el mismo guión.
Un estreno que aprovechamos para repasar su trayectoria, plagada de múltiples facetas, sea con una sola cara o un reverso escondido.
Pero ese mismo año, en 1998, interpreta a Derek, un skin head que después de haber cumplido condena en la cárcel por asesinato intenta que su hermano pequeño (Edward Furlong ) no siga sus pasos. Era American History X y un título que ha adquirido la categoría de culto.
Se trata de El club de la lucha (1999), basada en la novela de Chuk Palahniuk que dirigió David Fincher . Otro filme de culto que además forjó una excelente amistad entre él y Brad Pitt , el coprotagonista.
Dos años después intervendría en The score (Un golpe maestro) al lado de nada menos que dos monstruos de la interpretación como Robert De Niro y Marlon Brando (en la que sería su interpretación póstuma ante las pantallas).
También destacar su participación en The Italian Job (2003), notable filme de acción protagonizado por Charlize Theron y Mark Wahlberg , y que contará en 2009 con una secuela: The Brazilian Job.
Todo lo contrario que El velo pintado , producción incluso con aspiraciones al Oscar, pero que pasó desapercibida entre el público y los premios. Como compañera de reparto la excelente Naomi Watts .
Y ahora El increíble Hulk, que si el éxito le acompaña será el inicio de una lucrativa franquicia para este actor nacido en Boston, hace 38 años. Una promesa hecha realidad.
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