Doña Sofía, en los últimos tiempos, también ha elegido los colores que más favorecen a la esposa de su hijo: el rojo.

Elio Bernhanyer, que vistió a Doña Sofía desde su llegada a España hasta finales de los años setenta recuerda que curiosamente, nunca le hizo nada de ese color". Si conjuntos en amarillo o en blanco, algún traje disparatado con lunares verdes como el que llevó a Adis Abebba, y muchos de color marrón. El rojo es un color que favorece mucho y con los años, rejuvenece".

Al contrario que muchos españoles, Elio no opina que haya similitudes entre Doña Sofía y Letizia: "No hay ni debe haberlas, ambas tienen diferentes cuerpos, no le sientan bien las mismas cosas. Doña Sofía tiene un estilo propio, es fiel a sí misma en su línea de vestir y en su peinado. Y se conserva muy bien. Apenas ha engordado unos kilos desde que era joven. Tiene una percha estupenda y se viste siempre correctamente, mucho mejor que la Reina de Inglaterra, que, como la mayoría de sus compatriotas, visten fatal".

Hay

algo que sí tienen en común suegra y nuera: no les gustan los sombreros. Sólo en verano, y para protegerse del sol mallorquín se las puede ver tocadas. La Reina, con su habitual banda ancha para el pelo, y la Princesa con una visera y una gorrita. Sencillas y cómodas en sus ratos de ocio, la aprendiz de Reina y nuestra soberana ofrecen una sintonía perfecta.