Steve Earle. “Washington square serenade”

Hace ya unos cuantos discos que Steve Earle es un verdadero peso pesado del rock americano contemporáneo, y esta nueva entrega no hace si no confirmar que nos encontramos ante un compositor de talento enormemente sólido y ante un intérprete más que convincente, además de singularmente personal y carismático.

Felizmente casado con la también muy recomendable cantautora Alison Moorer, Steve Earle está ahora más enamorado que cabreado (ese era el estado en el que escribió “The revolution starts now”, su poderoso y ácido disco de 2004), lo que se traduce en un álbum de ritmo más reposado y en unos textos cuya temática no olvida el compromiso político del viejo vaquero, pero se abre también a cuestiones más personales.

Musicalmente, el disco es tan recio como de costumbre, sustentado en argumentos tan firmes como una extraordinaria credibilidad, una voz rotunda y arenosa que resulta ciertamente emotiva y una colección de canciones tal vez no sobresalientes pero sí decididamente convincentes.

Las –jugosas- anécdotas las ponen la cuando menos correcta versión de “Way down in the hole”, de su admirado Tom Waits, o el dueto que se marca con su señora en la preciosa “Days aren't long enough”.

Love of Lesbian. “Cuentos chinos para niños del Japón”

Ahora regresan con otro disco que revela una enorme personalidad tanto en las músicas como en unas letras inspiradas y ciertamente diferentes. Pop de influencia británica en el que conviven en armonía guitarras acústicas y eléctricas con arreglos electrónicos.

The New Pornographers. “Challengers”.

Melancólico por momentos y más vivaz en otros, se trata, en cualquier caso, de un disco formado por sólidas canciones arregladas con imaginación y buen gusto.