El anillo vaginal está ganando terreno a otros métodos anticonceptivos. Si hace un año eran apenas 2.000 las coruñesas que lo utilizaban para no quedarse embarazadas, ahora ya son algo más del doble las que confían en su eficacia, según los datos de un estudio de la Sociedad Española de Contracepción.

El informe realizado por estos expertos revela que en la provincia son alrededor de 4.300 mujeres las que recurren al anillo vaginal. Esto significa que de las casi 56.000 coruñesas que emplean algún método anticonceptivo, cerca del 8% usa el anillo para sus relaciones sexuales. A pesar del incremento en el uso, A Coruña todavía está por debajo de la media nacional (11%).

Aquí el método más utilizado sigue siendo la píldora, y le siguen en el ranking el parche, el anillo y los preservativos. Aunque cada uno tiene sus ventajas y sus usuarias. «La explicación del aumento del uso del anillo está en que la mujer no tiene que estar pendiente de las tomas diarias, como sí ocurre con la píldora, y lo coloca una vez al mes y se olvida», explican desde la Sociedad Española de Contracepción.

Las que más lo emplean son, por las razones antes citadas, las mujeres de 30 a 40 años, ya que las más jóvenes prefieren tomar la píldora o usar un preservativo.

Pros y contras de cada método

Entre los métodos hormonales, la píldora es el más usado. Entre sus ventajas está su eficacia, pero en su contra está la facilidad de olvido de las tomas. El anillo es elegido por ser cómodo y por la frecuencia de su uso mensual, aunque muchas mujeres lo rechazan por miedo a tener un «cuerpo extraño» en su interior. Por último, las mujeres prefieren el parche por su colocación semanal, aunque muchas temen que se despegue.

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