En el juicio, celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra, el concejal reiteró que no es nadie para ofrecer trabajo y manifestó que la mujer que le denunció le debía tener muchas ganas. "Lo que me hizo a mí, no se le hace ni a un perro de la calle", aseveró. Así, el acusado insistió en que "el único daño" que hizo fue ir con dos mujeres que le invitaron a cenar en un restaurante de O Porriño y después "tomar una copa en una discoteca en Pontevedra".
Frente a su relato de que únicamente estuvieron charlando, la mujer declaró que el concejal le dijo a su amiga que les dejara solos y, a partir de ese momento, no solo se le insinuó, sino que también la agarró por la cintura, le besó el cuello, le tocó el culo y le prometió regalos y dinero siempre que lo necesitase antes de empezar a trabajar.
El Tribunal preguntó a la mujer porqué no acabó enseguida con esa situación y se fue, a lo que ella respondió que el concejal "se lo podía tomar como un desprecio" y admitió que, aunque no estaba dispuesta a acostarse con él, confiaba plenamente en que podía darles trabajo a ella y su amiga.
En el juicio compareció como testigo el alcalde de Redondela, Xaime Rei, quien se limitó a señalar que a raíz de esta denuncia cesó a su concejal "porque se acercaba la campaña electoral", tras lo cual Bastos decidió presentarse a las municipales encabezando la candidatura independiente de Redondeláns Adiante, con la que obtuvo dos ediles. Posteriormente, en elecciones municipales de mayo de 2007, Bastos volvió a optar a la Alcaldía de Redondela como cabeza de lista del Partido Galeguista revalidando su acta de concejal.
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