Una pequeña isla del Océano Pacífico, Kiribati, podría ser engullida por el agua antes de que termine el siglo si continúa la progresión del cambio climático. Así de tajante se mostró Anote Tong, presidente de la nación, en una visita a Nueva Zelanda con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.Según Tong, comunidades enteras ya han sido reubicadas y muchas cosechas han sido destruidas por el aumento del nivel del mar. Kiribati, el atolón más grande del mundo, es un país superpoblado (con una densidad de 127 habitantes por metro cuadrado), dedicado esencialmente al sector servicios.

El presidente añadió que, en poco tiempo, las islas que forman el archipiélago estarán sumergidas, y que ya no se trata de una cuestión de crecimiento económico, sino de supervivencia humana: si la tendencia se mantiene, todos los habitantes del país tendrán que desplazarse a otros países.