Las plazas ya están en alerta y han lanzado un aviso a navegantes: en el mercado de Lugo ayer ya había diferencias de entre 4 a 10 euros en el precio de distintos pescados respecto al pasado viernes.

Mientras la flota gallega del litoral sigue amarrada, en protesta por la subida del gasóleo, los armadores anunciaron que desde hoy bloquearán (en puertos y aeropuertos) las descargas de pescado que no sea gallego,y desde mañana cerrarán las lonjas a la bajura.

En tierra empieza a haber puestos medio vacíos y los precios "irán a más a finales de semana", según confiesa ya alguna placera. Por el momento, la meiga (el kilo ha pasado de 15 a 25 euros en cuatro días) es la especie más castigada, aunque bacaladitos, faneca y ojurelo grande ya se antojan misión casi imposible, salvo en congelados.

En A Coruña, además, las pescantinas ven problemas de abastecimiento (ayer se descargaron tres cajas de meiga, y lo normal son 20), algo que no sucede en urbes como Vigo, dicen gerentes de los mercados municipales. Y aunque en la lonja coruñesa hubo menos mercancía, los precios "apenas variaron", afirman desde el muro.

Y esto es lo que lleva a pensar a los armadores que las subidas las marcan los minoristas, que el precio que paga el consumidor se establece con el pescado ya fuera de la lonja. Para protesar por esta situación y por la subida del crudo, este viernes los armadores regalarán pescado en María Pita.

Y ya advierten de que irán amás: "El cien por cien de la flota llegará a estar amarrada".

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