La Diputación Foral de Vizcaya ha anunciado las primeras medidas para paliar los daños de las inundaciones sufridas en el territorio el pasado fin de semana. Además de las compesaciones recibidas por los seguros, los afectados por la lluvia obtendrán una reducción de sus impuestos para poder hacer frente a los gastos ocasionados por el temporal.

Así, los vecinos de los municipios afectados serán exonerados de pagar el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) de viviendas, establecimientos industriales y mercantiles, garajes, locales de trabajo y similares dañados como consecuencia directa de los temporales de lluvia. De la misma forma, se eximirá del pago en los inmuebles de naturaleza rústica como explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales situadas en determinados pueblos en los que se produjeron destrozos en cosechas, ganado o bienes.

Asimismo, se ha aprobado la exención del pago del Impuesto sobre Actividades Económicas del ejercicio 2008 a las actividades industriales, mercantiles y profesionales cuyos locales de negocios o bienes relacionados con su actividad resultaron dañados como consecuencia directa de las inundaciones.

Además, la Diputación ofrecerá un descuento de 1.200 euros en la matriculación de nuevos vehículos como reposición de los afectados por el agua. Los vecinos deben acudir a sus ayuntamientos para solicitar estas ayudas.

Los municipios afectados recibirán también un lote especial de 30 millones de euros para la reparación de infraestructuras, carreteras o equipamientos comunitarios.

Obras insuficientes

El Diputado General, José Luis Bilbao, reconoció, aparte, que desde las fatídicas inundaciones de 1983 se han desarrollado determinadas actuaciones, como obras hidráulicas, que han amortiguado en parte las consecuencias de esta riada, pero que "no han sido suficientes".

Bilbao afirmó, además, que "es cierto que el comportamiento desigual de otras cuencas, como la del Ibaizabal, donde las precipitaciones no fueron tan intensas, o una pleamar que no trajo marea viva, posibilitaron que la situación no fuera tan trágica como en 1983".

No obstante, aseguró que las adminisraciones vascas continuarán con "las inversiones y actuaciones proyectadas para mejorar y adecuar el cauce y el tránsito de nuestros ríos.

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