Actualmente son 300 los agentes de la Policía Local que velan por la seguridad en las calles Vigo. Sin embargo, son sólo una media de cuatro los que patrullan las 11 zonas rurales del municipio.

El rural en Vigo abarca desde Saiáns hasta Candeán o Beade, pasando por Coruxo y Matamá, entre otras zonas. En el extrarradio vive el 60% de los vigueses (unas 180.000 personas) a las que, en ocasiones, debe proteger un único agente de la Policía Local.

Ante esta situación, los agentes aseguran que «en las parroquias no se pueden realizar labores de prevención porque no hay personal suficiente. Cuando un policía concluye un servicio tiene otros dos en espera», explican.

Desde hace unos diez días, los vecinos de Cabral y Candeán están sufriendo una oleada de robos de la mano, dicen, de una banda organizada. «En las casas se vive con miedo y algunos se han planteado incluso abandonar el barrio», señala el presidente de la Asociación de Vecinos de Cabral, Luis Rodríguez.

Tampoco es mejor la situación al otro lado de Vigo. En San Miguel de Oia, los vecinos aseguran que «los robos se producen casi a diario. En el Centro Social nos roban y rompen las instalaciones».

Como solución, en San Miguel los vecinos ya se dedican a vigilar de cerca a los grupos de jóvenes que merodean por su barrio y que les resultan sospechosos. Ahora también en Candeán y Cabral los propios vecinos se plantean empezar a patrullar las calles para mejorar la seguridad. Después de cuatro asaltos y varios intentos de robo en diez días, los habitantes de estas zonas piden más vigilancia. Desde la Federación Vecinal piden la recuperación de la policía de barrio, la que «realmente da seguridad a la ciudadanía».

Desde el Concello, el alcalde, Abel Caballero, recordó que estas patrullas vecinales «no son legales ni necesarias». Para reorganizar el trabajo de las fuerzas de seguridad en Vigo la próxima semana se reunirá la Junta Local de Seguridad.

Robo en una nave industrial

Modesto Alejandro A. V., vigués de 51 años, fue detenido este martes como presunto autor de un robo en una nave industrial situada en el Camiño Lameiro. La Policía Nacional lo descubrió cuando trataba de huir de la nave. Al escapar llegó incluso a caerse al río que pasa por los alrededores, por lo que los agentes tuvieron que rescatarlo antes de detenerlo. Entre la mercancía con la que intentó hacerse se encuentran diez bobinas de cobre y dos planchas de cobre de dos metros de largo. Con anterioridad había sido arrestado en León por otro robo con violencia.

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