No acaba de convencer. El proyecto del arquitecto Richard Rogers que dibuja cómo será el Valladolid sin vías, una vez que éstas se soterren, se llevó este miércoles más críticas que aplausos.

El foro fue la Escuela de Arquitectura donde se organizó un debate que contó con la participación de la mano derecha de Rogers en su estudio, el arquitecto Simon Smithson, con profesores de la escuela y expertos urbanistas de la ciudad.

De hecho, la intervención que más alabanzas se llevó de los estudiantes fue la del arquitecto y docente Manuel Saravia. «Me juego un café a que este proyecto lo tumban los tribunales», dijo tajante.

No es una modificación

«Se ha tramitado como una modificación del Plan General de Ordenación Urbana, cuando sin duda se trata de una revisión. Si el propio Smithson acaba de reconocer que lo que se ha hecho es generar una nueva estructura urbana», subrayó en una crítica a la dirección política y no al equipo de Rogers.

El miembro del Colegio de Arquitectos José María Fraile sí entró más al detalle del proyecto y apuntó que el gran tamaño de la estación será «un tapón», tanto para dar continuidad a la espina verde, como a la conexión del nuevo barrio con el centro a través de la acera Recoletos.

La abogada urbanista Susana Ordóñez se apuntó al carro de las críticas de Saravia y añadió: «Quieren que el proyecto lo paguen íntegramente los ciudadanos sin financiación pública.

Simon Smithson aseguró que es normal que la financiación sea la que mande en este tipo de proyectos, pero apuntó que han tenido total libertad del cliente para hacer el diseño.

OPINIONES

"Soy optimista y en contra de lo que se dice no hay mucha densidad de casas». Simon Smithson, arquitecto del estudio de richard rogers

"Me preocupa que del primer al segundo proyecto se vaya al máximo legal de edificabilidad» susana ordóñez, abogada

"Me hubiese gustado que hubiese habido más de Rogers en el proyecto y no tanto del cliente». Manuel Saravia, arquitecto y profesor.

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