Los propietarios de los establecimientos del casco histórico ya están cansados de que roben a sus clientes.

Esta semana una nueva banda de ladrones se ha instalado en las inmediaciones de la Catedral y ha robado a varios turistas.

«Son los de siempre», afirma uno de los comerciantes. «Se acercan a los viandantes, les preguntan algo para distraerlos y, mientras, otro les roba». Los ladrones también aprovechan las aglomeraciones para pegar tirones a los bolsos e incluso robar género de las tiendas.

La Policía está inspeccionado las cámaras de vigilancia de los establecimientos para ver si han grabado a los delincuentes. «Cosas como estas ocurren todos los días, es algo habitual en esta zona», afirman los agentes.

Habitual o no, los comerciantes dicen que no saben cómo terminar con estas bandas organizadas que aparecen y desparecen. La instalación de cámaras de vigilancia en las calles era una de las medidas que propuso el Centro Comercial Abierto , pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía rechazó el proyecto.

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