Desde hace unas semanas, tres equipos trabajan en la colocación de los primeros 14.000 nuevos recipientes. Ya lucen en una parte de los paseos marítimos, en Carretera de Cádiz, Ciudad Jardín, el centro y desde el paseo Reding hasta los Baños del Carmen.

La concejala de Medio Ambiente, Patricia Marín, explicó a 20 minutos que la intención es instalar un total de 27.000 de estas papeleras a lo largo del año. Los nuevos recipientes han salido de una factoría de Valencia, aunque el Ayuntamiento las ha adquirido a la empresa francesa Plastic Omnium.

Uno de los inconvenientes de las anteriores papeleras es que cualquiera veía los desechos y sólo se podían depositar por la parte frontal. Ahora, la basura puede introducirse desde cualquier ángulo de la cuba, está más cubierta y, por lo tanto, apenas olerá. Además, se han colocado a una altura más baja que las anteriores para que los minusválidos accedan a ellas con facilidad.

Hay dos modelos, ambos hechos de polietileno inyectado: el primero, de 50 litros (84 por 35 cm); el segundo, de 120 litros (1,20 m de alto por 60 cm de ancho). Este último irá en el suelo y será usual en paseos marítimos.

Superficie antiadherente

No será fácil pegar un anuncio, hacer el típico graffiti ni mucho menos se caerán a la primera patada, pues cuentan con un sistema de sujeción más resistente. La superficie de la cuba tiene un rayado vertical, lo que evitará que se adhieran los carteles y las pintadas, con lo cual la limpieza durará más. Cada papelera del sello Bofill cuesta en el mercado unos 60 euros.