Las enfermedades tropicales aumentan hasta los 400 casos al año en Málaga

  • Los inmigrantes no contagian estas dolencias a los españoles.
  • Son los mosquitos tropicales los que infectan de malaria.
  • Un centro informa en Málaga sobre las vacunas de los viajeros.
  • Hay que acudir con un mes de antelación al viaje.
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nos 400 casos de enfermedades tropicales importadas son tratadas en la unidad de atención al viajero del hospital Carlos Haya de Málaga al año, según el médico experto en enfermedades tropicales Adolfo Martín.

«El aumento ha sido vertiginoso desde 2000, debido al incremento de viajeros a países tropicales. También está relacionado con el aumento de la inmigración, aunque estos extranjeros no contagian a los españoles», afirma Martín.

El facultativo participa en las jornadas profesionales sobre este tipo de dolencias (aquellas que no se dan habitualmente en España y que se pueden sufrir tras viajar a países tropicales) que celebra el Colegio de Médicos de Málaga entre este miércoles y el viernes.

El paludismo, también conocido como malaria , es la enfermedad más habitual. Consiste en una infección de parásitos que entran en el cuerpo gracias a la picadura de un mosquito tropical.

En la provincia se detectó un caso a la semana durante 2006 «y en 2007 tuvimos una decena de casos menos al año», matiza Martín.

Además de la malaria, las lesiones cutáneas por picaduras de insectos, la diarrea del viajero y, de lejos, el dengue (fiebre y dolores en músculos y articulaciones por la picadura de otro mosquito), son las patologías importadas más habituales.

La mayoría de los enfermos son viajeros, seguidos de inmigrantes y de niños adoptados en países con una sanidad peor que la española. En el caso de las adopciones, también se detectan cardiopatías que no se diagnosticaron en su lugar de nacimiento porque la medicina está menos desarrollada allí.

Según el Colegio de Médicos, cada vez son más los profesionales sanitarios que viajan a zonas tropicales y conocen los síntomas de sus enfermedades. Esto reduce la posibilidad de que el médico tarde en identificar una dolencia importada porque sus síntomas iniciales son similares a, por ejemplo, una faringitis.

«De todas formas no es un problema de formación de los médicos, sino de medios», apunta Martín.

«Hasta el año pasado, cuando se implantó la inmunocromatografía, estábamos usando el mismo método que se ideó en el siglo XIX para diagnosticar estas patologías», apunta Martín.

Los inmigrantes no son contagiosos

Los contagios de enfermedades tropicales no se dan de una persona a otra, «por lo que no se puede relacionar inmigración con el contagio de estas dolencias», insiste la jefa de servicio del centro de salud exterior en Málaga Rosa Díez. «Los insectos, los mosquitos, son los que llevan la enfermedad».

«Podríamos estar en una habitación con 50 personas que tienen malaria y no nos contagiaríamos, porque en España no existe el mosquito que la transmite», recalca Díez.

Martín pone otro ejemplo: «Un inmigrante africano llega a Málaga. Empieza a trabajar, gana dinero y a los tres años decide hacer una visita a su país. Durante su vida, su cuerpo ha estado desarrollando unas defensas naturales contra la malaria, que en su zona de origen es una enfermedad habitual. Pero tras su estancia en España -explica Martín- su sistema inmunológico es un poco más débil frente a esa enfermedad. Cuando acaba la visita de su país y regresa a Málaga, enferma de malaria».

Antes de viajar, vacúnese

Sólo dos vacunas son obligatorias cuando se viaja a ciertos países: la fiebre amarilla y la meningitis. «Esto hace que las agencias de viajes no informen sobre las protecciones recomendadas, sólo las obligatorias», critica Díez.

Cualquier persona que vaya a viajar al extranjero puede informarse en el centro de vacunación internacional de Málaga, en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, 43. Sus teléfonos son 952 989 081 y 952 989 082.

Más de 30.000 personas acuden a este centro cada año. Allí se dan consejos para evitar contagios, como beber siempre agua embotellada, y se administran las vacunas internacionales, que no pueden conseguirse en farmacias.

Únicamente la de la fiebre amarilla y la meningitis son obligatorias en algunos países. «El resto son recomendables, aunque las agencias de viaje no informan de esto».

«Es fundamental que se acuda al centro de vacunación cuatro semanas antes del viaje o no se dará tiempo a que la vacuna genera en el cuerpo las suficientes defensas», insiste Díez.

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