'Ingenieros del mundo, uniros para lanzar un huevo'. La Universidad de Mondragón (Guipúzcoa) ha celebrado hoy la IX edición del tradicional concurso de Diseño Industrial de Lanzamiento de Huevo. El objetivo del concurso es que los estudiantes diseñen un artilugio que sea capaz de enviar lo más lejos posible un huevo sin que se rompa.

Pero nada de aleaciones extañas o materiales innovadores. Para crear la lanzadera, los alumnos sólo se han podido valer de cartulina, cuerda (hilo de bala) y cola de contacto. Y el huevo, como la gallina lo trajo al mundo. De tamaño medio y sin hervir. Y no vale echarle vinagre, que dicen que lo endurece.

Claro que la potencia sin control no tiene sentido. El jurado valora la distancia, el diseño estético del artilugio y la belleza del vuelo. Los artefactos han sido disparados desde la ventana del tercer piso del edificio de la biblioteca de la Escuela Politécnica Superior de Mondragon Univertsitatea.

Han participado 14 grupos de alumnos, integrados por entre tres y cinco personas. En total, 75 participantes. Se trata de estimular a los futuros ingenieros para que busquen diseños innovadores.

El grupo que más lejos ha mando el huevo ha sido el compuesto por Egoitz Segurola, Maitane Ayala, Lier Errasti, Josu Etxeberria y Mikel Azkargorta. En diseño, han ganado Joanes Mandaluriz, Iñaki López de Maturana, Amaia Etxebarria, Alvaro García y Mikel Zaldua. En estética del vuelo, han ganado Mikel Berriozabalgoitia, Alaine Etxebarrieta, Ibone Catelin, Alazne Ormaza y Jaione Urrestilla. Por último, ha habido un galardón especial para Itsaso Buruaga.

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