Isabel Crespo y su hija de 13 años residen en la vivienda familiar ubicada en la calle Rosalía de Castro de esta capital, que se ven obligadas a abandonar como consecuencia de lo que la mujer calificó como "negligencia profesional" de un abogado.
"Hice todo lo que me mandó el abogado y pensé que la situación estaba bajo control, pero ahora me entero de que mi casa fue subastada y me tratan como una okupa que hay que poner en la calle", explicó la mujer, quien ya denunció al abogado por la vía penal.
Isabel Crespo, que trabaja como enfermera para el Servizo Galego de Saúde, insistió en que sólo pide "un poco de tiempo para que esta situación se aclare".
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