Una niña de dos años ha fallecido en Torrance, California, después de que su madre la dejara encerrada en el coche durante cuatro o cinco horas con la calefacción encendida y las ventanillas subidas, mientras ella bebía con un amigo.

June Love Agosto fue hallada por su madre en parada cardíaca y trasladada al hospital donde los médicos intentaron reanimarla, sin éxito. Por el momento, no se han realizado detenciones, según informó Fox Los Angeles el domingo.

A las once de la noche del sábado, la mujer dejó a la pequeña sujeta a su sillita del coche, cubierta por una manta, con las ventanillas subidas y la calefacción puesta durante cuatro o cinco horas. Mientras, ella bebía en un vehículo cercano con un amigo, donde se quedó dormida.

Cuando la mujer se despertó y abrió la puerta del coche, encontró vómito en la ropa de la niña, que también presentaba quemaduras. La madre explicó que, en ese momento, depositó a la pequeña sobre el césped y la roció con una manguera para intentar refrescarla y que volviera en sí.

Un transeúnte llamó a los servicios sanitarios, que trasladaron al hospital a la niña. La pequeña que presentaba quemaduras en la cara, el pecho y los brazos y se encontraba en parada cardíaca, según el informe policial.

Durante su declaración ante la policía, la madre, que tiene otro hijo de nueve años que fue adoptado por un familiar cuando tenía tres, reconoció haber tenido problemas de drogadicción en el pasado, pero afirmó que estaba desintoxicada.

"Es mi única nieta. Acababa de llegar y celebramos el segundo cumpleaños de June. Era un bebé maravilloso, se merecía una buena vida. Merecía crecer, ir a la escuela", dijo Helen Hernández, abuela de la pequeña.

La madrina de la niña, Jessica Peterson-Burns, también aseguró que la familia estaba "rota" y que necesitaban "orar".