Los nuevos trenes de Cercanías de Zaragoza, que estrenarán su servicio previsiblemente antes de la Expo, arrancarán con unas frecuencias mínimas de 30 minutos, debido a que sólo existe una vía de un solo sentido, que comparten con los trenes regionales y los de largo recorrido.

Estas frecuencias superan a las de los autobuses que, al igual que el Cercanías, unen Casetas y Utebo con Zaragoza, que son de 15 minutos.

Además, algunas de las infraestructuras se encuentran todavía en precario, o no se han podido realizar. Por ejemplo, la estación de Miraflores comenzará a funcionar sin acabar y sin accesos, lo que dificultará la llegada de los pasajeros.

Lo que no estará listo todavía será la Estación de Goya, que se comenzará a construir después de la Expo, ya que la dificultad que entrañaba la realización de la estación en este punto iba a acarrear «problemas para la movilidad de la ciudad», según el secretario de Planificación Víctor Morlán.

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