Un jurado popular juzga desde la pasada semana por este crimen a cuatro hombres, como son el pregunto autor material, dos ex agentes de la Guardia Civil, y la expareja de la víctima, a quien por el momento no acusa la Fiscalía, pero sí las acusaciones particulares, que representan a la familia, por los delitos de asesinato en calidad de inductor y malos tratos habituales.

Así, los agentes de la Guardia Civil que hicieron un primer informe en 2009 sobre estas muestras extraídas de la llave han señalado que "no se detectó ADN humano" y, aunque han reconocido que la técnica no era entonces tan avanzada como luego, han apuntado que "guardar extractos que no tienen perfil humano no tiene mucho sentido" y no se suele hacer.

No obstante, estos peritos han dicho desconocer si estas muestras analizadas y que dieron negativo en 2009 fueron eliminadas o se conservaron para poder hacer un reanálisis posterior, porque no era su competencia guardarlas ni hicieron dicho estudio en 2016; apuntando que si los peritos que lo hicieron lo dicen "así será".

Por su parte, estos agentes del instituto armado que elaboraron otro informe en 2016, en el que se indica que hay coincidencia con el ADN del acusado como presunto autor material, han defendido que con los avances técnicos se amplificó el estudio biológico y se procesó en un sistema automatizado o base de datos, que lo cotejó y halló coincidencia con el ADN del procesado.

Al respecto, han señalado que "si se ha cotejado es que existían" esas muestras, aunque uno de ellos ha asegurado que él no trabajó físicamente con ellas porque no es su cometido. "Si no existiera no estaríamos aquí", ha indicado.

Antes esta situación de duda sobre si se guardaron las muestras hasta 2016 y sobre la procedencia de los extractos reanalizados en esa fecha, que apuntaron a uno de los acusados, el fiscal ha manifestado su "absoluto desconcierto" y ha expresado su duda respecto a su acusación, pidiendo que se suspendiera temporalmente el juicio para realizar una información suplementaria al respecto, lo que no ha sido acordado por la presidenta del Tribunal.

Asimismo, también han declarado dos peritos de parte, propuestos por la defensa del acusado como presunto autor material, quienes han cuestionado este segundo informe de 2016, al considerar que falta un estudio biológico y no se identifican expresamente qué muestras fueron reanalizadas para llegar a esa coincidencia.

Por último, existe en la causa un tercer informe en el que se analizó, también en 2016, la llave encontrada, que también resultó negativo, lo que todos los peritos han considerado normal ya que los restos géneticos que pudiera haber en el objeto se habrían extraído para ese primer estudio.

En esta sesión también ha declarado una amiga de la víctima, quien ha asegurado que la mujer "vivía en un calvario", con cortes de luz, agua y sin coche a causa de su expareja. "Vivía asustada", ha manifestado, añadiendo que le llegó a decir: "si desaparezco buscadme en la jaula de los leones y señaladle a él".

También han comparecido los forenses que hicieron la autopsia a Lucía Garrido, quienes han asegurado que la víctima murió por asfixia, apuntando que tenía una herida "letal" en la yugular que le habría hecho perder el conocimiento en poco tiempo. "Una persona que recibe una puñalada de ese calibre queda entregada a su agresor", han indicado.

El juicio continua este miércoles y está previsto que sea el momento en el que las partes manifiesten sus conclusiones definitivas y comiencen los informes finales.

CASO DE LOS COLOMBIANOS

Por otra parte, también se ha aportado en el juicio un auto del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga que da por concluido sin procesar a nadie el sumario sobre la muerte de dos colombianos un año después de la muerte de Lucía Garrido y en la misma finca; causa en la que estaba investigado la expareja de la mujer y los otros tres hombres aquí juzgados pero por intentar matar al anterior.

En septiembre de 2016 ya se acordó por dicho juzgado la conclusión del sumario sin procedimiento, aunque la Audiencia de Málaga revocó esta decisión y estimó que se practicara una serie de diligencias de investigación. Una vez realizadas, la jueza vuelve a concluir que "no aparecen indicios racionales de criminalidad contra persona determinada".

Así, se mantiene que la actuación de la expareja de Lucía ante el asalto de dos personas en su casa "estaba amparada por el derecho a la legitima defensa, ya que tuvo lugar una agresión ilegitima, siendo el medio empleado para repeler la agresión proporcionado", indicando que los asaltantes "portaban armas de fuego, sin que conste provocación por parte del investigado".

Además, apunta que no existe indicio alguno de que el mismo "conocía que ese día el asalto iba a tener lugar, ni de que disparara sorpresivamente a los asaltantes, pues lo cierto es que estos efectuaron siete disparos antes de que el hombre disparara con su escopeta".

Tampoco ve indicios de que este, tras matar a los asaltantes, "tuviera tiempo de coger la cocaína que se supone que había en la finca y se la llevara" ni de que los otros tres investigados hubiesen planeado el asalto para acabar con la vida del anterior.