Sin embargo, la investigación destapó lo ocurrido en realidad y esta mañana, tras pasar a disposición judicial, se ha decretado el ingreso en prisión del acusado. Según la investigación, el día de los hechos, en abril, después de recibir la paliza y poder escapar de su domicilio, la mujer acudió a un hospital donde le aconsejaron que denunciara la agresión, ya que las lesiones sufridas se pondrían en conocimiento del Juzgado de Vitoria.

De esta manera, la víctima interpuso una denuncia por un presunto delito de robo con violencia, indicando que un varón de raza árabe le abordó cuando entraba al portal de su domicilio y además de robarle la cartera del bolso, le agredió en el suelo mediante patadas, puñetazos y algún mordisco.

Contradicciones en la declaración

En la investigación de los hechos la Ertzaintza comenzó a encontrar contradicciones: el compañero sentimental confirmaba lo que decía la mujer, pero las averiguaciones policiales detectaron la falsedad de la denuncia y la víctima reconoció que lo había hecho por miedo y porque le daba pena lo que le pudiera ocurrir a su pareja.

Lo ocurrido en realidad fue una agresión de madrugada en abril, cuando el varón llegó a la vivienda y agredió física y sexualmente a la mujer. Posteriormente, la retuvo en una habitación durante varias horas, sin dejarle salir ni siquiera para hacer sus necesidades. Finalmente, aprovechando que el varón estaba dormido, la víctima pudo salir y acudir al hospital para ser atendida de sus lesiones.

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