Sesenta años de maternidad

Tres generaciones de mujeres de una misma familia (Antonia García, abuela; Toñi Rojo, madre; y Gema Natoli, nieta) posan con Nicolás.
Tres generaciones de mujeres de una misma familia (Antonia García, abuela; Toñi Rojo, madre; y Gema Natoli, nieta) posan con Nicolás.
20MINUTOS.ES
Tres generaciones de mujeres de una misma familia (Antonia García, abuela; Toñi Rojo, madre; y Gema Natoli, nieta) posan con Nicolás.
"Todo ha cambiado mucho. ¡Y a mejor!". Lo dice Antonia, madre de Toñi, abuela de Gema y bisabuela de Nicolás, un terremoto de casi tres años que no da un respiro. Han cambiado desde que ella dio a luz a sus tres hijos en su casa de Algeciras entre finales de los 40 y principios de los 60. "Con una comadrona, mi hermana y mi cuñada" nació la primera, Toñi. Pero peor fue con la tercera, Tere, cuyo parto se prolongó durante más de 24 horas sin que ningún médico hiciese acto de presencia: "Lo pasé muy mal, muy mal".

Radiografía

En tres generaciones de mujeres de una sola familia se puede ver la radiografía de la vida española de los últimos sesenta años. Porque su hija, Toñi, también tuvo a sus dos primeras hijas en Algeciras, a 700 kilómetros de Madrid, donde entonces vivía acompañada de su marido. "Después me arrepentí, porque no estuve atendida como lo hubiese estado en Madrid. Pero quería tenerlas con mi gente". Los dos varones ya nacieron en Málaga, a donde se habían trasladado para estar más cerca de los suyos.

Madre actual

Gema representa la maternidad actual. A diferencia de su madre y de su abuela ella no dejó de trabajar al casarse. Y tuvo a Nico en una buena clínica malagueña (ella vive en Benalmádena) y con la atención médica necesaria, aunque fue un parto provocado que se adelantó dos semanas.

¿Ayudas? Eso es ahora
Su vida tras el parto también refleja la realidad presente. Gema pudo gozar de los
cuatro meses de maternidad antes de reincorporarse a su puesto en el banco. Y también recibió las deducciones fiscales correspondientes.

"¿Ayudas? Eso es ahora", dice Toñi, que sin embargo también encuentra inconvenientes a la maternidad de su hija: "Actualmente, por fuerza, tienen que trabajar los dos". A Antonia la pregunta le hace gracia: "No nos dieron nada de nada. Si se lo dieron a él...". Su respuesta abierta recuerda como hace no tanto, en España, los dineros los manejaba el marido.

Gema ha sabido compatibilizarlo: desde los dos años Nico va a la guardería y su madre tiene una jornada continua que le permite salir de trabajar a las tres para estar con él. ¿Y por las mañanas? "Ha ayudado la abuela", reconoce Gema.

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